Pepe volvió a ser el protagonista negativo del Clásico. Si en la Champions fue expulsado por una dura entrada sobre Alves, ahora en la Copa el central del Madrid realizó dos violentas acciones por las que debió de ser expulsado. La más grave fue un pisotón en la mano de Messi que el árbitro Muñiz no vio.
Cuando parecía que las aguas se habían calmado definitivamente entre los dos grandes del fútbol español y que solo se hablaría de fútbol apareció por enésima vez Pepe. El central portugués del del Real Madrid volvió a desentonar con dos acciones fuera del reglamento y por las que debió de ser expulsado.
La primera de ellas ocurrió en el minuto 16 del choque cuando hizo una fea entrada sobre Sergio Busquets en el frontal del área azulgrana. Muñiz Fernández no se lo pensó, pese a las críticas de Mourinho desde el banquillo, y sacó amarilla por este pisotón del central portugués al centrocampista del Barca.
Mucho más grave que esta acción fue la que protagonizó en el 76 del choque cuando pisó la mano de Messi que había caído como consecuencia de la falta de un compañero. Muñiz no vio nada pese a los evidentes gestos de dolor del argentino y Pepe volvió a salir indemne.
Otra acción controvertida fue la que tuvo a Gerard Piqué como protagonista. El central azulgrana disputó una pelota precisamente con Pepe y en su salto golpeó con el brazo en la cara al luso. Muñiz cortó por lo sano y amonestó a Piqué.
También pudo ver antes de tiempo el camino de los vestuarios Carvalho. El otro central portugués del Madrid hizo una entrada por detrás y a destiempo, otra vez, sobre Messi en el minuto 42. Muñiz prefirió sacar la amarilla, aunque la entrada era merecedora de algo más.
Al ser Pepe reincidente en este tipo de acciones, el Real Madrid debería de darle un toque al portugués para evitar que en el futuro vuelva a actuar así. A Mourinho le preguntaron en la rueda de prensa por las acciones de su pupilo y se limitó a decir que "si es intencionado, es censurable".
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