Fuente: Unimer Centroamerica
Tiempo atrás, con la explosión de cadenas de supermercados en la región centroamericana, se pensó que estos grandes formatos poco a poco desplazarían a los formatos de menor tamaño y que sus días estarían contados, en especial los de las pulperías/tiendas/abarroterías. No obstante, con el paso de los años, los análisis de compra del consumidor nos demuestran que esto no ha ocurrido.
Aspectos tan diversos como cercanía, ocasión de compra, productos, variedades y tamaños específicos que ofrecen y hasta la situación económica prevaleciente, provocan que el consumidor se incline por comprar en uno o en otro formato en determinado momento.
Por ejemplo, en tiempos de recuperación o de mayor estabilidad económica los consumidores incrementan su nivel de compras en los formatos de mayor tamaño (como los supermercados/hipermercados).
Pero en cambio, ante la crisis, las personas atienden sus necesidades básicas de a poco y evitan gastar excesivamente en provisiones que no son de uso urgente o en lujos.
Los estudios reflejan que en tiempos de contracción económica, los consumidores, en especial los de menor nivel socioeconómico o quienes perciben ingresos semanalmente, acuden más a los establecimientos de menor tamaño como las pulperías/tiendas/abarroterías y los minisuper. La razón es que tienen menos dinero disponible y se ven obligados a disminuir el tamaño de la compra, para cuidar su liquidez o flujo de caja. Comprarán lo que estrictamente necesiten en ese momento.
La inclinación por uno u otro formato se basa también, en gran medida, de la ocasión de compra, es decir, en la necesidad del consumidor en un momento específico.
Las pulperías/tiendas/abarroterías y los minisuper son visitados frecuentemente por consumidores que andan en busca de algunos productos o de reposiciones de unos pocos artículos. Suelen ser compras que requieren poco tiempo del consumidor.
Por la variedad de artículos y productos que ofrecen, los supermercados cumplen el rol principal cuando de realizar la compra grande de abarrotes se trata. A esta compra se le dedica mayor tiempo ya que los consumidores suelen demorarse entre 1 y 2 horas para completarla.
Las tiendas de conveniencia como las que se ubican en las gasolineras, se enfocan al consumo para el camino (“on the run”) y muchas tienen a disposición del consumidor facilidades como cajeros automáticos. Otros formatos un poco más especializados (tipo Fresh Market y AM-PM presentes en Costa Rica) compiten en el medio, siendo mayormente utilizadas por los consumidores para el reabastecimiento, es decir, para realizar compras medianas (en tiempo y cantidad de productos) dedicadas a la reposición, es decir compras de “relleno” de algunos productos específicos.
Las pulperías siguen siendo claves en nuestros mercados porque permiten a los consumidores adquirir tamaños menores, presentaciones pequeñas que suelen estar ausentes en las góndolas de los supermercados.
En las pulperías/tiendas/abarroterías los consumidores compran productos para abastecerse en el día a día, productos de uso diario, realizar compras rápidas para el desayuno, golosinas, entre otros. Y, aunque lo anterior les signifique estar dispuestos a pagar un precio más elevado, es una vía mediante la cual los consumidores pueden hacer gastos distribuidos en el tiempo y evitar grandes desembolsos en un momento determinado.
La conveniencia más citada por el consumidor para el caso de los formatos pequeños (minisuper y en especial pulperías/tiendas/abarroterías) es la cercanía y rapidez con la cual pueden realizar compras diarias o de último momento.
En las áreas más céntricas y urbanas de Costa Rica, los consumidores sienten que las tiendas de conveniencia especializadas están siendo un competidor fuerte en este sentido y que además tienen cierta ventaja por cuanto ofrecen productos adicionales (como verduras y frutas frescas, panes, comidas preparadas y otros productos) que alientan la compra de impulso. Estas son fortalezas generalmente ausentes en pulperías/tiendas/abarroterías y minisuper.
Sin embargo, los consumidores perciben que los diversos tipos de tiendas de conveniencia son formatos de precio alto, lo cual en ocasiones llega a significar una barrera importante. De hecho estos formatos suelen ser más atractivos para consumidores de nivel socioeconómico medio y alto.
Desde otra perspectiva, al analizar con los consumidores la evolución de los diversos tipos de establecimientos comerciales, estos perciben que los formatos pequeños han ido variando y modernizándose en diferentes áreas (equipo, variedad de productos y servicios que ofrecen, horarios en que atienden, etc.) con el fin de ofrecer un servicio adecuado y mantenerse vigentes a pesar de la gran oferta de formatos de mayor tamaño.
Si comparamos pulperías/tiendas/abarroterías versus minisuper, en general podríamos decir que en Centroamérica, exceptuando Panamá, las pulperías/tiendas/abarroterías le llevan la delantera a los minisuper por cuanto los superan en cantidad de establecimientos y por ende, el consumidor se encuentra más expuesto a las pulperías/tiendas/abarroterías. En Panamá por su parte, la situación es inversa: los minisuper son mayoría.
En este país también destaca el hecho de que gran cantidad de minisúper son administrados por personas de nacionalidad china y esto es así, a raíz de la construcción del Canal de Panamá que recibió inmigrantes de diversas latitudes. Así comienza el convivio con esta etnia, que vio una oportunidad en los negocios al detalle. En su tienda viven, se desarrollan y prosperan, gracias a que trabajaban largas jornadas con toda su familia buscando una mejor condición de vida.
Otra percepción de los consumidores en torno a la evolución de los establecimientos es que tanto pulperías/tiendas/abarroterías como minisuper han ido sufriendo también transformaciones en el tema de seguridad. Estas transformaciones han sido más o menos aceleradas dependiendo de la situación de cada uno de los países de la región, pero los consumidores coinciden en que ha habido cambios importantes en este sentido.
El consumidor recuerda con nostalgia como tiempo atrás estos establecimientos no se preocupaban por la seguridad, porque no existía mayor peligro. No obstante, con el paso de los años y el incremento de la inseguridad y delincuencia, han visto como los establecimientos han pasado de ser comercios sin ningún tipo de seguridad a locales cada vez con más barrotes, dueños con armas o que pagan seguridad privada para resguardar sus locales.
En retrospectiva, haciendo un balance del comportamiento del consumidor, todo parece indicar que los formatos pequeños (pulperías/tiendas/abarroterías y minisúper) coexistirán con los formatos de mayor tamaño (tiendas de conveniencia y supermercados); cada uno con sus particularidades y tratando de realizar algunos ajustes para mantenerse en competencia.
En resumen
Las pulperías/tiendas/abarroterías siguen siendo demandadas en la región, pero dada la naturaleza limitada de la compra que se da en este tipo de establecimientos, su nivel de ventas no es muy fuerte, así que luchan y se modernizan día a día para mantener constante su flujo de clientes.
Los supermercados mantienen fuertemente su enfoque en atraer clientela para las compras grandes, sin embargo es claro que algunos de ellos se han preocupado por ofrecer al consumidor cajas de servicio rápido tratando de ofrecer un servicio más expedito para atraer a compradores que requieren realizar compras de menor volumen y así enfrentar la competencia de las Tiendas de Conveniencia.
Las Tiendas de Conveniencia ofrecen locales mejor acondicionados respecto a las pulperías/tiendas/abarroterías y minisuper, sin llegar a poseer las dimensiones de los supermercados. Se han posicionado en forma diferenciada logrando atraer a clientes que buscan productos para “on the run” o, en el caso de los formatos especializados, a clientes que requieren adquirir productos que se agotan antes de que corresponda una nueva compra grande de abarrotes, pero, que con la incorporación de productos y artículos variados promueven además la compra por impulso.
Tiempo atrás, con la explosión de cadenas de supermercados en la región centroamericana, se pensó que estos grandes formatos poco a poco desplazarían a los formatos de menor tamaño y que sus días estarían contados, en especial los de las pulperías/tiendas/abarroterías. No obstante, con el paso de los años, los análisis de compra del consumidor nos demuestran que esto no ha ocurrido.
Aspectos tan diversos como cercanía, ocasión de compra, productos, variedades y tamaños específicos que ofrecen y hasta la situación económica prevaleciente, provocan que el consumidor se incline por comprar en uno o en otro formato en determinado momento.
Por ejemplo, en tiempos de recuperación o de mayor estabilidad económica los consumidores incrementan su nivel de compras en los formatos de mayor tamaño (como los supermercados/hipermercados).
Pero en cambio, ante la crisis, las personas atienden sus necesidades básicas de a poco y evitan gastar excesivamente en provisiones que no son de uso urgente o en lujos.
Los estudios reflejan que en tiempos de contracción económica, los consumidores, en especial los de menor nivel socioeconómico o quienes perciben ingresos semanalmente, acuden más a los establecimientos de menor tamaño como las pulperías/tiendas/abarroterías y los minisuper. La razón es que tienen menos dinero disponible y se ven obligados a disminuir el tamaño de la compra, para cuidar su liquidez o flujo de caja. Comprarán lo que estrictamente necesiten en ese momento.
La inclinación por uno u otro formato se basa también, en gran medida, de la ocasión de compra, es decir, en la necesidad del consumidor en un momento específico.
Las pulperías/tiendas/abarroterías y los minisuper son visitados frecuentemente por consumidores que andan en busca de algunos productos o de reposiciones de unos pocos artículos. Suelen ser compras que requieren poco tiempo del consumidor.
Por la variedad de artículos y productos que ofrecen, los supermercados cumplen el rol principal cuando de realizar la compra grande de abarrotes se trata. A esta compra se le dedica mayor tiempo ya que los consumidores suelen demorarse entre 1 y 2 horas para completarla.
Las tiendas de conveniencia como las que se ubican en las gasolineras, se enfocan al consumo para el camino (“on the run”) y muchas tienen a disposición del consumidor facilidades como cajeros automáticos. Otros formatos un poco más especializados (tipo Fresh Market y AM-PM presentes en Costa Rica) compiten en el medio, siendo mayormente utilizadas por los consumidores para el reabastecimiento, es decir, para realizar compras medianas (en tiempo y cantidad de productos) dedicadas a la reposición, es decir compras de “relleno” de algunos productos específicos.
Las pulperías siguen siendo claves en nuestros mercados porque permiten a los consumidores adquirir tamaños menores, presentaciones pequeñas que suelen estar ausentes en las góndolas de los supermercados.
En las pulperías/tiendas/abarroterías los consumidores compran productos para abastecerse en el día a día, productos de uso diario, realizar compras rápidas para el desayuno, golosinas, entre otros. Y, aunque lo anterior les signifique estar dispuestos a pagar un precio más elevado, es una vía mediante la cual los consumidores pueden hacer gastos distribuidos en el tiempo y evitar grandes desembolsos en un momento determinado.
La conveniencia más citada por el consumidor para el caso de los formatos pequeños (minisuper y en especial pulperías/tiendas/abarroterías) es la cercanía y rapidez con la cual pueden realizar compras diarias o de último momento.
En las áreas más céntricas y urbanas de Costa Rica, los consumidores sienten que las tiendas de conveniencia especializadas están siendo un competidor fuerte en este sentido y que además tienen cierta ventaja por cuanto ofrecen productos adicionales (como verduras y frutas frescas, panes, comidas preparadas y otros productos) que alientan la compra de impulso. Estas son fortalezas generalmente ausentes en pulperías/tiendas/abarroterías y minisuper.
Sin embargo, los consumidores perciben que los diversos tipos de tiendas de conveniencia son formatos de precio alto, lo cual en ocasiones llega a significar una barrera importante. De hecho estos formatos suelen ser más atractivos para consumidores de nivel socioeconómico medio y alto.
Desde otra perspectiva, al analizar con los consumidores la evolución de los diversos tipos de establecimientos comerciales, estos perciben que los formatos pequeños han ido variando y modernizándose en diferentes áreas (equipo, variedad de productos y servicios que ofrecen, horarios en que atienden, etc.) con el fin de ofrecer un servicio adecuado y mantenerse vigentes a pesar de la gran oferta de formatos de mayor tamaño.
Si comparamos pulperías/tiendas/abarroterías versus minisuper, en general podríamos decir que en Centroamérica, exceptuando Panamá, las pulperías/tiendas/abarroterías le llevan la delantera a los minisuper por cuanto los superan en cantidad de establecimientos y por ende, el consumidor se encuentra más expuesto a las pulperías/tiendas/abarroterías. En Panamá por su parte, la situación es inversa: los minisuper son mayoría.
En este país también destaca el hecho de que gran cantidad de minisúper son administrados por personas de nacionalidad china y esto es así, a raíz de la construcción del Canal de Panamá que recibió inmigrantes de diversas latitudes. Así comienza el convivio con esta etnia, que vio una oportunidad en los negocios al detalle. En su tienda viven, se desarrollan y prosperan, gracias a que trabajaban largas jornadas con toda su familia buscando una mejor condición de vida.
Otra percepción de los consumidores en torno a la evolución de los establecimientos es que tanto pulperías/tiendas/abarroterías como minisuper han ido sufriendo también transformaciones en el tema de seguridad. Estas transformaciones han sido más o menos aceleradas dependiendo de la situación de cada uno de los países de la región, pero los consumidores coinciden en que ha habido cambios importantes en este sentido.
El consumidor recuerda con nostalgia como tiempo atrás estos establecimientos no se preocupaban por la seguridad, porque no existía mayor peligro. No obstante, con el paso de los años y el incremento de la inseguridad y delincuencia, han visto como los establecimientos han pasado de ser comercios sin ningún tipo de seguridad a locales cada vez con más barrotes, dueños con armas o que pagan seguridad privada para resguardar sus locales.
En retrospectiva, haciendo un balance del comportamiento del consumidor, todo parece indicar que los formatos pequeños (pulperías/tiendas/abarroterías y minisúper) coexistirán con los formatos de mayor tamaño (tiendas de conveniencia y supermercados); cada uno con sus particularidades y tratando de realizar algunos ajustes para mantenerse en competencia.
En resumen
Las pulperías/tiendas/abarroterías siguen siendo demandadas en la región, pero dada la naturaleza limitada de la compra que se da en este tipo de establecimientos, su nivel de ventas no es muy fuerte, así que luchan y se modernizan día a día para mantener constante su flujo de clientes.
Los supermercados mantienen fuertemente su enfoque en atraer clientela para las compras grandes, sin embargo es claro que algunos de ellos se han preocupado por ofrecer al consumidor cajas de servicio rápido tratando de ofrecer un servicio más expedito para atraer a compradores que requieren realizar compras de menor volumen y así enfrentar la competencia de las Tiendas de Conveniencia.
Las Tiendas de Conveniencia ofrecen locales mejor acondicionados respecto a las pulperías/tiendas/abarroterías y minisuper, sin llegar a poseer las dimensiones de los supermercados. Se han posicionado en forma diferenciada logrando atraer a clientes que buscan productos para “on the run” o, en el caso de los formatos especializados, a clientes que requieren adquirir productos que se agotan antes de que corresponda una nueva compra grande de abarrotes, pero, que con la incorporación de productos y artículos variados promueven además la compra por impulso.
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