La implementación de las Islas Malvinas se presenta uno de los entornos más duros de la Compañía sobre cualquier buque de la Royal Navy. Las islas son cerca de 8.000 millas náuticas desde el Reino Unido y están sujetos a fuertes vientos y los estados de alta mar. Este entorno requiere el más alto nivel de profesionalismo para operar en forma segura.
La Royal Navy tiene un patrullero en guardia constante en torno a estas aguas con el fin de prevenir cualquier agresión potencial hacia esta dependencia británica pequeña.
Durante una implementación típica de 7 meses de un buque llevará a cabo ejercicios con fuerzas terrestres y aéreas del Ejército y la RAF para mantener las habilidades de lucha de los 3 servicios a la altura.
Las islas Malvinas están impregnadas con la historia después de que fuerzas británicas lucharon por volver a tomar las islas en el conflicto de 1982 con Argentina. Siempre que sea posible el personal se toma el tiempo para visitar los monumentos de las fuerzas británicas que murieron durante el conflicto, y para presentar sus respetos en los sitios de buques hundidos.
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