Por Juan Cárcamo Romero
Abril golpeaba suave con sus hojas secas las ventanas empañadas de la vieja escuela. El frío que afuera arrastraba el viento, contrastaba con el calor agradable que desde una estufa a leña envolvía a los niños que jugaban en su interior. Eran unos veinte esperando impaciente la llegada del maestro. Enrique, de unos 9 años y el mas pequeño en edad, jugaba con un lápiz sobre su pupitre, abstraído de las risas y conversaciones que fluían a su alrededor. Cuando por fin el maestro entró a la sala todos se callaron y se levantaron ordenadamente de sus asientos. - Buenos días profesor Ramirez - dijeron todos al unísono. Él les respondió el saludo y con un ademán les pidió que volvieran a sus lugares. - Tengo una mala noticia - les dijo mientras ordenaba meticulosamente cuadernos y libros sobre su mesa. - La comisión Gubernamental de Educación canceló definitivamente la autorización para que este colegio, en realidad el último que quedaba, siga funcionando. A partir de mañana todos ustedes serán reubicados en los Centros de Integración.... Se quedó en silencio por un momentos contemplando los rostros de cada uno de los niños que también le miraban desconcertados. - Ya no será necesario que aprendan nada mas - prosiguió - ya que se les instalará un chips que les permitirá conectarse mentalmente con el Centro de iInformación Universal Booble...no se si entienden - prosiguió - pero solo les bastará pensar lo que desean saber y este buscador universal desplegará en sus mentes todas las respuestas disponibles en su base de datos.... no mas clases de historia, no mas clases de matemáticas ni de gramática...todo lo que deberán saber es cómo conectarse y buscar en la forma mas adecuada...y eso es lo que aprenderán en los Centros de Integración. Hubo un largo silencio entre los niños que se mitraban unos a otros sin saber que decir.. Sin embargo, sabían por sus padres que este momento llegaría ya que en definitiva eran apenas un pequeño grupo de rebeldes, de sobrevivientes rezagados del sistema, los hijos de los que se negaron a inundar las grandes reservas de bosques para convertirlas en represas hidroeléctricas, los que protestaron por cada Central Nuclear instalada en el frágil territorio que habitaban, los que alzaron su voz cuando se planteó el nuevo sistema de educación y los que en definitiva se negaron a instalarse el Chips. Hoy será la última clase que tendrán con un lápiz, con un cuaderno ,un pizarrón y un viejo maestro - dijo pausadamente. Se sentó y le pidió a Enrique que leyera la poesía de la página 23... Sobrevivientes, de Mario Benedetti. . “Cuando en un accidente una explosión un terremoto un atentado se salvan cuatro o cinco creemos insensatos que derrotamos a la muerte pero la muerte nunca se impacienta seguramente porque sabe mejor que nadie que los sobrevivientes también mueren.” Afuera, Abril seguía golpeando insistente y suave con sus hojas secas y amarillas las ventana del colegio. |
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